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Discurso de investidura de Carlos Martínez Mínguez como Alcalde de Soria:

Soria, 11 de junio de 2011.

Vecinas y vecinos de Soria, autoridades que nos acompañan, Subdelegación del Gobierno, Delegado de la Junta de Castilla y León, Procuradores en Cortes de Castilla y León, Diputación Provincial, compañeros de Corporación, señoras y señores. Quiero comenzar mi intervención dando lectura y haciendo mías, creo que el momento es oportuno, unas palabras sobre política de D. Antonio Machado, poniéndolas en bocas en su obra “Don Juan de Mairena”: “La política, señores, es una actividad importantísima; yo no os aconsejaré nunca el apoliticismo, sino, en último término, el desdeño de la política mala, que hacen trepadores y cucañistas sin otro propósito que el de obtener ganancia y colocar parientes. Vosotros debéis hacer política, aunque otra cosa os digan los que pretenden hacerla sin vosotros y naturalmente contra vosotros”.

El Pleno del Ayuntamiento de Soria, señoras y señores, representa todas y cada una de las personas de esta ciudad. Por ello, al comparecer hoy ante esta Corporación resultante de la voluntad ciudadana expresada en las urnas el 22 de mayo pasado, soy consciente de que lo hago ante todos los vecinos de Soria, lo que supone para mí la más alta de las responsabilidades.

Recibimos hoy, recibo hoy, en calidad de préstamo, la confianza mayoritaria de los ciudadanos de Soria, desde un profundo sentimiento de orgullo y agradecimiento, pero, sobre todo, de gran responsabilidad, al ser muy consciente de su significado.

En el discurso de investidura de hace cuatro años comprometí una acción de gobierno orientada a la modernización de nuestra ciudad en convivencia con el respeto y orgullo de nuestra historia y tradiciones, y con el claro objetivo de hacer crecer el bienestar y la calidad de vida de todas las ciudadanas y ciudadanos de Soria.

Hoy, cuatro años más tarde, con mayor experiencia, con lecciones aprendidas de errores y aciertos anteriores, quiero ratificar y renovar mi compromiso con esta tierra.

Hoy quiero asumir este nuevo tiempo con humildad, desde la convicción en nuestras posibilidades, desde el diálogo y el trabajo, y con ambición por mi ciudad. Convicción porque creo en Soria. Creo en las enormes posibilidades de una ciudad orgullosa de su historia y optimista con su futuro. Creo en su gente, personas sacrificadas y esforzadas que trabajan día a día con la bandera de los más altos valores que nos definen, dignidad, humildad y honestidad. Por eso quiero deciros que desde hoy mismo, y con idéntica pasión que el primer día, voy a continuar trabajando en el desarrollo de ese gran proyecto de cambio que comenzáramos hace cuatro años, y que, a pesar de las dificultades y gracias a vuestra confianza, ya no tiene marcha atrás.

Soy consciente de que nos espera un duro esfuerzo colectivo para ganarnos ese futuro. Soy consciente de que en un mundo globalizado, la difícil situación económica internacional deja sentir sus efectos en todos los rincones del mundo, también entre nosotros, y soy consciente de que debemos saber dar respuesta a las más que legítimas demandas que los ciudadanos están reclamando en estos momentos de dificultades.

Por todo ello, todos, equipo de gobierno, oposición, partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales, representantes de la sociedad civil, ciudadanos individuales, todos tendremos que estar a la altura.

Estoy convencido de que el desarrollo de nuestra tierra debe ser una tarea común. Por eso quiero compartir, como lo he hecho en estos últimos cuatro años, la responsabilidad del gobierno municipal con toda la sociedad soriana, para aunar esfuerzos y voluntades, respetando las voces críticas de los ciudadanos y abriendo el gobierno municipal a todo el que quiera participar.

Diálogo y trabajo es el compromiso que asumo hoy como herramienta imprescindible en la construcción de la Soria dinámica, viva y con futuro que todos ambicionamos. Porque, compañeras y compañeros de Corporación, señoras y señores, yo ambiciono y quiero una Soria orgullosa de su pasado y esperanzada con su futuro, con plena confianza en sus posibilidades. Una Soria activa y dinámica con capacidad de emprender y desarrollar proyectos e ideas que nos beneficien a todos. Una Soria solidaria con sus vecinos más desfavorecidos. Una Soria con más oportunidades para sus jóvenes. Una Soria más abierta y tolerante, capaz de integrar y capaz de hacer oír su voz reivindicando sus legítimas aspiraciones. Una Soria que se indigne ante las injusticias y que denuncie el trato desfavorable, si lo hubiere, de otras administraciones.

A todo ello quiere responder mi proyecto de ciudad, y todo ello quiero compartirlo con todos ustedes. Este es el reto, de nosotras y de nosotros depende conseguirlo. Muchas gracias.