La concejala de Acción Social, Ana Alegre, ha mantenido hoy una reunión con todas las asociaciones, entidades, empresas adjudicatarias, trabajadores y representantes de los usuarios que de una u otra forma contribuyen a hacer que el “centro de día Gaya Nuño sea un edificio vivo y una gran familia” tras su primer año de funcionamiento después de que abriera las puertas del pasado 23 de agosto de 2013. La concejala ha recalcado que “estos 1.150 usuarios son el reflejo del trabajo de todos y, por ello, hemos querido poner en valor ese compromiso e interacción”. La concejala ha repasado quienes conforman este recinto, “ejemplo de heterogeneidad y convivencia”, felicitando por su trabajo al “director del centro, trabajadores municipales, Asociación de Vecinos de Santa Bárbara con sede aquí, Asociación de Familiares y Enfermos de Alzheimer, quienes gestionan la segunda planta, y todas las adjudicatarias, como quienes gestionan la peluquería y la podología, y especialmente Servifades, que ha generado ya 7 empleos a través del servicio de restauración y que desarrolla un gran trabajo de inserción laboral para un colectivo con un difícil acceso al mercado como las personas con enfermedad mental”. Ana Alegre ha realizado un balance más que positivo de este primer año y ha explicado que “siempre hemos dicho que era un servicio que nos estaba reclamando el barrio y los resultados avalan la apuesta. Sabemos que es un modelo un poco especial, con muchas actividades, con muchos perfiles y con ello creo que se ha conseguido un objetivo aún mayor de convivencia”. Como novedades, se aprobará en breve el programa de ocio y tiempo libre gestionado por la empresa Juglaresca, la misma de las Aulas de la Tercera Edad, y la apertura ya la próxima semana del servicio de podología, gestionado por María Reyes Gallardo.

Cirilo Pascual, presidente de la asociación de usuarios, ha adelantado que ya han realizado una primera propuesta de actividades para este nuevo curso y ha repasado algunas actividades como una reciente excursión a Valonsadero y la previsión de viajar hasta las Edades del Hombre. Inicialmente, se programarán cursos de memoria, taichí, gimnasia y manualidades y se baraja la opción de incluir dos veces al mes bailes de salón. Son los propios usuarios quienes realizan una propuesta de actividad que posteriormente es aprobada en Comisión municipal.

Carmén José Ruiz, gerente de la Asociación de Enfermos de Alzheimer, ha realizado también un balance positivo de sus nuevos servicios en el espacio municipal ya que nos ha “permitido diversificar los recursos que ofrecemos. Por la mañana se trabaja con una unidad de estancia diurna leve con 20 plazas, actualmente 16 cubiertas, y las tardes las dedicamos a la unidad de la memoria y detección precoz. Cada año pasan cerca de 150 personas con sus valoraciones neuro-psicológicas por esta unidad previa al diagnóstico con los que trabajamos en colaboración con atención primaria tras detectarse fallos leves de memoria en las consultas. Actualmente, hay 25 personas en estos talleres alternativos”. El Ayuntamiento colabora directamente a través de un convenio en la contratación de dos trabajadores de la asociación y en el mantenimiento de sus gastos en el edificio municipal Gaya Nuño.

José Antonio Postigo, presidente de la AA VV Santa Bárbara, ha incidido en la gran implicación del barrio con la asociación que cuenta ya con 440 inscritos (con una cuota anual de 10 euros al año) en apenas un año de vida y con sede también en el centro. “El barrio necesitaba una asociación y nada más constituirse los vecinos se han volcado y creo que les hemos dado respuesta. Dentro de las actividades hemos organizado talleres de risoterapia, yoga, costura, viajes, jornadas, demostraciones… y contamos con un buzón de sugerencias para adaptarnos a sus peticiones. Ahora, por ejemplo, nos están demandando pequeñas marchas senderistas”, ha resumido.

Noelia Jiménez, en representación de Servifades, centro especial de empleo y de inserción socio-laboral para personas con enfermedad mental, ha indicado que “somos muy optimistas ya que este proyecto era un reto totalmente nuevo y teníamos que conseguir ser equiparables a una empresa del sector. Esta opción nos ha permitido crear puestos de trabajo en un colectivo que necesita oportunidades. Este centro es como una gran familia y eso nos han ayudado a sacar adelante el servicio”. Noelia Jiménez ha explicado, además, que ya son siete los trabajadores vinculados a la gestión del servicio de restauración y hostelería que “hemos ampliado desde el inicio ya que también realizamos el catering al centro de estancia diurna y nos han surgido nuevas opciones de trabajo”.

María Reyes Gallardo, por su parte, ha sido la última en sumarse a los recursos del centro pero la puesta en marcha de su servicio de podología básica será inminente y se realizará a la demanda tras solicitar las citas en la propia consejería del centro y posteriormente cerrar los horarios más idóneos con la titular.

Este centro, con una inversión de 2,5 millones de euros,  cofinanciado por la Junta de Castilla y León, suma un año ya de funcionamiento y ha permitido generar 18 puestos de trabajo ligados a los diferentes programas y proyectos.

En la planta baja se encuentra el área social con cafetería, restaurante y sala de usos múltiples y biblioteca. En la primera planta se ubica la peluquería, asociación de vecinos y servicio de podología y la segunda plata está reservada a la Asociación de Familiares y Enfermos de Alzehimer. Este espacio tiene capacidad para 20 plazas de estancia diurna.

Junto al centro de día, con acceso desde el interior, se ha habilitado un parque Zero con un circuito biosaludable de gimnasia al aire libre orientado a las personas mayores y totalmente accesible en el que ha primado la eficiencia energética y la sostenibilidad. Los mayores ya disponen también de juegos autóctonos para desarrollar en este espacio. En el anexo, el Ayuntamiento ha cedido una parcela para la construcción de una residencia de mayores, cuyos trabajos se están ejecutando, lo que supone la recuperación integral de toda esta zona anteriormente degradada.