Adentrarse en esta zona de la provincia es acercarse a uno de los pulmones de la Península Ibérica, una gran mancha verde perenne, en la que la estrella indiscutible es el pino. Comenzando por la parte más al sur, encontramos localidades como Cidones, Herreros o Abejar, en la zona meridional del embalse de la Cuerda del Pozo. Más adelante, en los límites de la amplia zona conocida como Pinar Grande, se localizan pueblos como Cabrejas del Pinar, Talveila, Navaleno o San Leonardo. Rozamos aquí los límites del que es el más emblemático de los espacios naturales de la provincia: el Cañón del Río Lobos. Siguiendo hacia el norte, ya en el valle del Duero y agazapados en las faldas del Urbión, hallamos los pueblos pinariegos por antonomasia: Duruelo, Covaleda, Saldero, Molinos de Duero y Vinuesa, desde donde se accede a la famosa Laguna Negra. Dirección este nos encontramos en el valle del río Razón con un conjunto de pueblos blancos y pintorescos: Sotillo del Rincón, Valdeavellano, Rollamienta, Villar del Ala o Rebollar, entre otros. Y para acabar este arco verde trazado en la geografía soriana, entramos al valle del río Tera, con Almarza como centro de la zona y pueblos destacados como la Póveda, Barriomartín o Espejo de Tera. Carreteros, calderetas, bosques, agua…son palabras constantes y definitorias de esta zona de la provincia.